El universo artístico de Disney y The Frame

Una corta animación y protagonizada por un ratón que Walt Disney tuvo de mascota se ha convertido en una fuente inagotable de mundos de ensueño. Este año se cumplen 100 años de la fundación de Disney, la culminación del sueño de dos hermanos que marcaría un antes y un después en el mundo del entretenimiento. 

No es descabellado afirmar que la mayoría de las personas tenemos un recuerdo con Disney. Desde niña, estas fantásticas historias siempre me fascinaron, pues cada película, personaje y canción era una oportunidad para viajar más allá de lo cotidiano, a lugares donde la alegría, la aventura y la amistad son eternas.

Con el tiempo esta relación cobró un nuevo sentido cuando me convertí en madre. Junto a mis hijos pude revivir estas historias desde una perspectiva única y, al mismo tiempo, adquirí una mayor apreciación por el profundo trabajo creativo y artístico que implica cada una de estas películas.

Nuevos horizontes artísticos

Se escriben fácilmente 100 años, pero mi experiencia en empresas de renombre internacional (y sobre todo en Samsung), me indica que detrás de una empresa con un siglo de historia hay creatividad y sobre todo innovación. Lo que es claro en el caso de Disney: la primera animación con la que el mundo conoció a Mickey Mouse fue uno de los primeros cortometrajes animados con sonido sincronizado, mientras que Blanca Nieves y los Siete Enanitos fue el primer largometraje animado de la historia. 

Estas obras además de romper barreras técnicas, también establecieron un nuevo estándar en el arte de contar historias. Con una combinación única de animación detallada y escenarios coloridos y vibrantes, se creó un nuevo lenguaje visual que sigue siendo inconfundible hasta el día de hoy.

Desde los fondos meticulosamente pintados a mano hasta los últimos avances en animación que asemejan al mundo real, la magia del arte de Disney reside en su capacidad para fusionar innovación técnica con expresiones artísticas profundas. Un mundo de innovación y creatividad que está plasmada en nuestra nueva Smart TV The Frame – Edición Disney100. 

El arte y el entretenimiento se unen

El cine y la televisión cuentan historias a través de múltiples representaciones del arte: el color, la fotografía, la animación, el diseño y el vestuario. Lo que comienza como palabras en un guión se convierte en vívidas escenas que no creíamos que fueran posibles ver en el mundo real gracias a creativos y a artistas. 

Buena parte de esta relación entre el arte y el entretenimiento se encuentra en la esencia de The Frame, una pantalla con un refinado diseño que simula ser un cuadro para tener en el hogar un lienzo capaz de mostrar las más importantes obras de arte del mundo.* Para el caso de la edición de los 100 años de Disney el esfuerzo no se podía quedar en un marco y un control remoto exclusivo, por lo que también se añadieron  obras de arte que dan un recorrido por el siglo de arte de este reconocido estudio cinematográfico. 

Es un placer explorar el catálogo de 100 obras de arte Disney de esta pantalla: recordar a Mickey Mouse en su forma clásica, que muestra los inicios de marca y la simplicidad encantadora de los primeros dibujos animados;  ver a Woody y Bo Peep de “Toy Story”, para revivir a la franquicia que marcó un antes y un después en la animación por computadora; o la la intensidad y la acción dinámica de los superhéroes de Marvel que reviven la estética de los comics. 

Como si fuera un lienzo mágico, The Frame nos permite traer un pedazo de ese legado a nuestros hogares, transformando espacios cotidianos en galerías de ensueño. Ahora, con su edición Disney100 también tenemos una oportunidad de sumergirnos en ese legado de innovación y creatividad que desde chica me maravilló. Una evolución del arte animado que va desde los primeros trazos de un ratón icónico hasta la complejidad de universos enteros que abrazan lo fantástico y lo futurista.