Cuidando el agua ¿Cómo vamos por casa?

Resulta innegable la importancia que existe en promover el uso eficiente del agua, considerando la escasez cada vez más evidente durante los últimos años en nuestro país. Es por cierto, igual de evidente, que esta práctica no corresponde a una sola industria o a un número determinado de personas, sino que nos convoca a todos a analizar nuestro comportamiento y partir, con pequeños cambios, por casa.

Es específicamente allí, en casa, donde podemos hacer grandes diferencias con pequeños hábitos para ahorrar agua ¿Cómo? Uno de los ejemplos, es mediante el uso correcto de nuestros electrodomésticos, como lavadoras de ropa o lavavajillas, apelando en la compra a productos más eficientes y que permiten, de fábrica, una mayor tasa de ahorro.

Es importante tener en cuenta que gran parte del agua disponible en el mundo se desperdicia constantemente en nuestros hogares. Según datos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), 2 mil millones de personas viven en países que sufren escasez de agua, y se estima que alrededor del 80% del agua utilizada en los hogares es malgastada en actividades como lavar autos, regar plantas en exceso y usar electrodomésticos ineficientes ¿Qué estamos haciendo en casa para que nuestros niveles de despilfarro resulten ser tan altos?

Las cifras son alarmantes y muestran la necesidad de tomar medidas urgentes. El agua es vital para la producción de alimentos, conservación de la biodiversidad y el desarrollo económico sostenible, por ende, desde las diversas industrias debemos dar un paso adelante y demostrar de manera propositiva que si promovemos prácticas en conjunto, podremos cuidar de mejor forma lo que nos mantiene vivos.

Con el paso del tiempo, en nuestro país ya surgen industrias que ofrecen productos con tecnologías de ahorro. A modo de ejemplo, hoy contamos con la opción de adquirir lavadoras que ahorran hasta 70% de energía en cada lavado. También, llaman la atención algunos modelos de lavavajillas que ajustan automáticamente la cantidad de agua que utiliza cada lavado, llevando a un ahorro energético de hasta 40% en comparación a los modelos convencionales. Pero todos sabemos que esto es solo un eslabón dentro de una cadena que esperamos sea larga y productiva. 

La escasez de agua y su desperdicio constante son problemas graves que debemos abordar desde el hogar. De nada servirá que nos quedemos en palabras grandilocuentes o en una publicación en redes sociales. Los grandes cambios sociales nacen en la casa, generando un conjunto de eslabones que nos llevarán a esas aquellas prácticas deseadas, al traspasar esta importancia de generación en generación, con prácticas de nuestro día a día. Así, y solo así, seremos más eficientes en el consumo, y como consumidores provocaremos nuevos y mejores hábitos.