El talento no tiene género

Por Trinidad Lacámara Beltramín, Gerente de Ciudadanía Corporativa de Samsung Electronics Chile

Llegó abril y con él conmemoramos el Día Internacional de las Niñas en las TICs. Y aunque como país estamos avanzando en dicha materia, el hecho de potenciar las habilidades de las niñas y jóvenes de Chile es un desafío constante y es que la tarea de incentivar que en las aulas nazca el sueño de ser innovadores y cambiar el mundo a través de la tecnología sigue activa.

Según el último informe global de la UNESCO, “Descifrar las claves: la educación de las mujeres y las niñas en materia de ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM, por sus siglas en inglés)”, sólo el 35% de los estudiantes matriculados en las carreras vinculadas a las áreas de conocimiento anteriores, en la educación superior son mujeres y sólo el 3% de las estudiantes del mismo rango etario, por ejemplo, escogen realizar estudios en el ámbito de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC).

Pero, ¿Qué pasa en nuestro país? Según el Ministerio de la Mujer y la Equidad de Género, sólo un 5% de las mujeres trabaja en esta área. Esto sin lugar a dudas, es un indicador a tener bajo la mira.

En el mundo existen muchas mujeres que han liderado grandes proyectos y han cambiado la historia en el ámbito de la tecnología. En el ámbito internacional, un caso destacable es el de Youngmi Shin, la joven que lideró la estrategia de diseño del Galaxy S10. En el ámbito nacional, Bernardita Lara, rompió todos los esquemas, convirtiéndose en la primera representante del país en la lista de los más grandes innovadores menores de 35 años del MIT. ¿Ellas soñaron cuando pequeñas en ser mujeres profesionales en ámbitos relacionados con la tecnología? Quizás sí.

Es importante generar incentivos que ayuden a las niñas a empoderarse, logrando reducir las disparidades de género en estas profesiones, pues las STEM, a juicio de la UNESCO, son la fuerza motriz de la innovación, del bienestar social, del crecimiento inclusivo y del desarrollo sostenible.

Atrás quedaron aquellos años en los se hace diferencia entre niños y niñas. Hoy, se rompen barreras, y es que trabajar en motivar a profesionales del futuro con vocación, ayudará a lograr un mundo cada vez más mejor, cambiando vidas y mejorando en entorno.

Lo que se imparte en las aulas es un punto focal relevante, ya que el impuso que más niñas de nuestro país se acerquen al pensamiento computacional y al desarrollo de habilidades disruptivas, a través de la creación de tecnología, puede nacer en los colegios y escuelas (por qué no).

Toda la industria tecnológica, como empresas líderes, debemos impulsar la adopción de herramientas en la educación innovando en los métodos de enseñanza para invitar a tener inquietudes de conocimiento tecnológico que abra camino para profesionales del futuro.

Descentralizar el conocimiento también es clave. Enseñar, por ejemplo, a programar a niñas de escuelas regionales podría proyectar que ellas que también se dediquen a crear tecnología en el futuro. De estos proyectos hemos visto como con Fundación País Digital en Chile, se pueden hacer cambios increíbles en las jóvenes.

En el día de las niñas en TICS, debemos reflexionar y generar cambios, pensando en una nueva era, para que más mujeres formen parte de la industria tecnológica y se apasionen con un porvenir vinculado con ciencias y tecnologías. La participación femenina es hoy importante, y sin duda, también será en una década más.